"¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, Las maravillas del Perfecto en sabiduría?¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?" (Job 37:16; 38:33)
Las altas temperaturas, las lluvias torrenciales, los fríos, los huracanes...
Los cataclismos que conoció el planeta estos últimos años, ¿Son signos precursores de un cambio radical del clima? ¿Son las primeras manifestaciones indiscutibles del recalentamiento del planeta debido al efecto invernadero? ¿Estamos solamente al principio de las catástrofes?
En todas partes del mundo los meteorólogos se formulan estas preguntas y contestan afirmativamente (leído en una revista de enero 2011).
El cristiano sabe que Dios es el gran artesano de la creación y que "Todas las cosas en el subsisten" (Colosenses 1:17). ¡Que poder, que sabiduría y que grandeza la de nuestro Dios!
Sí, el Creador se interesa por su criatura. Si a veces le habla por medio de catástrofes, es para despertar su atención, así como lo hacemos nosotros con alguien que duerme en una casa con llamas.
Por la inteligencia que Dios dio a los hombres, les revela algunos de sus caracteres en el "libro" de la creación (la naturaleza que nos rodea):"su entorno poder y deidad" (Romanos 1:20). Pero para responder a las profundas necesidades del ser humano, para apaciguar sus inquietudes, Dios habló en otro libro: la Biblia. En ella muestra su amor infinito hacia su criatura. Para salvarla, entrego a su propio Hijo, Jesucristo. Él es el único cambio por el que podemos acercarnos a Dios.
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